Subió los diez pisos hasta la azotea y lo hizo a pie para no
levantar sospechas. Los demás lo seguían a corta distancia, procurando hacer el
menor ruido a pesar del pertrecho armamentístico que acarreaban. Una vez arriba
forzaron la puerta para salir al exterior y con cautela se arrimaron a la
baranda, desplegando cuerdas, asegurando arneses y atándose bien para
descolgarse en vertical hasta las ventanas del octavo piso. Entonces entraron
por una ventana, irrumpiendo y sorprendiendo a los secuestradores, que
intentaron huir inútilmente por la puerta donde se encontraba el resto del
grupo de los GEO que los apresó. Los niños estaban asustados pero ilesos.
Presentado el 3 de abril de 2017 al concurso X Edición de relatos en cadena, del
programa La Ventana, de Cadena Ser, http://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/