Rojo y Negro pero no de Stendhal

Sino del luto para la izquierda de nuestro país desde hoy, un día en que hasta los cielos lloran desconsolados con una lluvia sin fin y se cubren de un gris plomizo, porque hoy es un día triste, muy triste para España, que ha visto y constatado cómo una baza importante de su izquierda política se ha vendido a los intereses de la derecha, para que ésta pueda continuar presidiendo el gobierno, precisamente con un líder que, una vez más, ha hecho el ridículo en Bruselas con su inglés, mientras que durante su mandato ha establecido la exigencia de un B2 en conocimiento de idiomas para aquellos que soliciten una beca Erasmus Plus, becas a las que Rajoy no podría ni plantearse acceder;  inconcebible, como otras tantas cosas.
Hoy, aunque la ideología no se ha perdido, porque muchos del PSOE continúan con su espíritu íntegro, el rojo de la izquierda se ha desteñido considerablemente. Si Pablo Iglesias Posse pudiera ver lo que han hecho los líderes actuales del partido que él fundó, posiblemente pondría todas sus fuerzas en enmendarlo porque no podría consentir que las siglas de su partido se vieran apoyando a otro de derechas, de ideología completamente opuesta; no podría tolerar que le tendiera no la mano, sino un puente, para mantener al PP al frente del gobierno.
Esperemos que la parte NO es NO del PSOE haga lo posible por mantener a flote la esencia del partido porque junto con Podemos es, hoy por hoy, el único frente a la derecha, y un país, este país, necesita ese equilibrio en la balanza, necesita una alternancia ideológica en la oposición y en el gobierno, en los ciudadanos y en las urnas.
No quisiera ver cómo ponen luto también para el morado porque aunque siempre me han gustado los pitufos y las naranjas no quisiera que España se convirtiera en azul con puntitos naranjas.