Años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Crisis de identidad humana,
crisis de derechos y dignidad.
Carne que sufre y que muere,
carne que mata y destruye,
carne que huye y emigra,
como puede, o sin poder.
Carne que se desmadra
en interminable carnestolenda.
Carne que busca un líder,
político o espiritual.
Carne que no quiere pasar hambre,
y que vive para trabajar,
mientras otros optan por robar.
Carne despedazada
en atentados cruentos.
Carne sacrificada
por desquicie de un suicida
que no quiere morir solo.
Carne reventada
por desastres naturales.
La ciudad y el país no importan;
puede ser cualquier sitio.
Son años difíciles,
de desconcierto y desorden.
Y pasarán a la historia
como etapa de transición,
como tiempos de incertidumbre,
posible preámbulo de guerra,
mediocridad política,
ideologías convulsas,
injusticia social.
Años que estamos viviendo
en nuestra carne,
carne humana,
carne sitiada.
Impresiones, Crítica, Poesía: Saciar emociones, soltar amarras, decir lo que pienso, expresar lo que parece, pisar el firme, derramar silencios...
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martes, 15 de agosto de 2017
Carne sitiada
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lunes, 17 de abril de 2017
Momento de libertad
Después de la cena y un rato de asueto en la sala común, se disponían
para retirarse. Cada cual iba entrando en su cubículo tras abandonar la fila.
Las puertas se iban cerrando con estruendo de herrumbre entrechocada. Luego
sonaba, una a una, cada llave entrando, girando y saliendo de su cerradura. Por
último se apagaba la luz y la oscuridad se podía notar como un fino velo.
Este momento del día, ya de noche, le hacía sentir de nuevo aquellos labios carnosos recorriendo su torso y los dedos de uñas rojas afiladas arañando en cosquilleos circulares sus nalgas.
Tumbado en su escueto colchón, para no olvidar, trataba de dibujar una y otra vez el lugar exacto donde ocultaba la mochila, su único medio de vida cuando terminara su maldita y obligada estancia. La mochila y el dinero se instalaban en el centro de sus pensamientos antes de empezar a relajarse y entregarse al sueño de cada noche; se adueñaban de él, casi podía tocar las monedas y los billetes, contarlos, olerlos, y con ese olor peculiar viajaba cada noche a un lugar y de un modo diferente mientras dormía.
Por la mañana temprano, con las primeras luces, las cerraduras volvían a sonar para abrirse y hablaban de barrotes, de otra realidad, de horas añoradas, de libertad perdida y ansiada.
Las cerraduras calladas y cerradas, y la oscuridad serena hablaban de libertad;
eran preámbulo del momento especial y mágico del día, el que le permitía evadir,
eludir, volar a otro lugar, suspirar hondo y perderse en los detalles
inventados, pensados, y también en los vividos en otros tiempos, tal vez
mejores, o no, pero sin duda más arriesgados, en los que cada segundo se
revestía de temeridad, se aliñaba de celeridad, se acompañaba de riesgo y tenía
sabor de peligro, olor a placer, a ratos contenido, a ratos desatado. ¡Ah, esos
tiempos no tan lejanos! Tiempos duros pero felices, pensados para sobrevivir
mientras soñaba con dejar de vivir al límite por unas horas, mientras alguna
chica le dedicaba una mirada cadenciosa e insinuante, le lanzaba un beso desde
la barra del pub, le regalaba su encanto en privado a cambio de saberse entre los
brazos del más buscado, lo que lo hacía aún más deseado.
Este momento del día, ya de noche, le hacía sentir de nuevo aquellos labios carnosos recorriendo su torso y los dedos de uñas rojas afiladas arañando en cosquilleos circulares sus nalgas.
Tumbado en su escueto colchón, para no olvidar, trataba de dibujar una y otra vez el lugar exacto donde ocultaba la mochila, su único medio de vida cuando terminara su maldita y obligada estancia. La mochila y el dinero se instalaban en el centro de sus pensamientos antes de empezar a relajarse y entregarse al sueño de cada noche; se adueñaban de él, casi podía tocar las monedas y los billetes, contarlos, olerlos, y con ese olor peculiar viajaba cada noche a un lugar y de un modo diferente mientras dormía.
Por la mañana temprano, con las primeras luces, las cerraduras volvían a sonar para abrirse y hablaban de barrotes, de otra realidad, de horas añoradas, de libertad perdida y ansiada.
Publicado por María José
Gómez Fernández para #relatosCerraduras de @divagacionistas
Publicado en recopilación de #relatosCerraduras de @divagacionistas para el mes de abril.
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jueves, 28 de febrero de 2013
Medidas, mentiras y sueños de vidrio
Si no pensamos igual, si no sentimos igual..., no podemos ir a la par...
No consigues retenerme en tu mirada.
Tal vez porque ando inquieta de un lado para otro, porque me
duele la realidad que vivimos, me duele como una herida fresca de la que brota
la sangre sin doler apenas.
No podemos avanzar en línea.
Quizá porque no estamos de acuerdo en casi nada, y la opinión nos hace enfrentarnos en cada esquina, situándonos a cada uno en un extremo.
No podemos avanzar en línea.
Quizá porque no estamos de acuerdo en casi nada, y la opinión nos hace enfrentarnos en cada esquina, situándonos a cada uno en un extremo.
De: mesecosicas.blogspot.com.es |
De: comunidad.uem.es |
La realidad es tan dura que hasta quita las ganas de sonreir.
Un día cualquiera, las noticias que te llegan por cualquier medio de comunicación, te arrojan a la cara un sinfín de despropósitos, corrupción, mentiras, protagonizados por nuestros gobernantes, por personas y personajes públicos, que deberían ser ejemplo y modelo de rectitud y honestidad. El engaño que destilan, su afán de lucro, el abuso de poder que ostentan, su egoísmo, nos están llevando a una situación límite, para muchos de pobreza y miseria irreversibles.
¿Cómo reír si tienes un mínimo de sensibilidad? ¿Cómo no unirte al dolor, a la desesperación de muchos y a su protesta? Desahucios, suicidios, personas quemándose en las sucursales bancarias, viviendo en la calle, gente, cada vez más, sin trabajo, sin posibilidades, sin medios, sin futuro, con hijos, con padres a los que atender, pero sin capacidad para atenderlos, sin derecho a sanidad pública, colegios con recursos más y más limitados, el ciudadano ahogado en impuestos, en precios encarecidos, en horarios y condiciones de trabajo leoninas; todo un conjunto de medidas, mentiras hechas realidad, que convierten nuestros sueños en vidrio, y los hacen añicos, en pro de un intento de salvar un capitalismo feroz, unos intereses privados, de engordar con dinero sucio los bolsillos de unos pocos, inventando una crisis, arbitraria y convencional, que dará al traste con los derechos conseguidos por trabajadores y ciudadanos a través de una lucha de años.
¿Cómo reír si tienes un mínimo de sensibilidad? ¿Cómo no unirte al dolor, a la desesperación de muchos y a su protesta? Desahucios, suicidios, personas quemándose en las sucursales bancarias, viviendo en la calle, gente, cada vez más, sin trabajo, sin posibilidades, sin medios, sin futuro, con hijos, con padres a los que atender, pero sin capacidad para atenderlos, sin derecho a sanidad pública, colegios con recursos más y más limitados, el ciudadano ahogado en impuestos, en precios encarecidos, en horarios y condiciones de trabajo leoninas; todo un conjunto de medidas, mentiras hechas realidad, que convierten nuestros sueños en vidrio, y los hacen añicos, en pro de un intento de salvar un capitalismo feroz, unos intereses privados, de engordar con dinero sucio los bolsillos de unos pocos, inventando una crisis, arbitraria y convencional, que dará al traste con los derechos conseguidos por trabajadores y ciudadanos a través de una lucha de años.
De: www.papozoblanco.es |
Puede que la distancia se esté instalando entre nosotros, empeñándose en hacernos desconocidos que en otro tiempo eran cómplices, amigos.
Es posible que la amistad y el amor puedan vencer los obstáculos y permitan que puedas retenerme en tu mirada y que yo consienta en detenerme porque pueda descansar de este delirio, de esta inquietud y esta lucha necesaria.
Pero la sensatez y la honradez tienen que hacerse ver, dejar que las retengan nuestras miradas, porque sólo así podremos volver a confiar, a construir, a sonreir.
Quiero pensar que el amor y la amistad podrá ganar el pulso a las dificultades, que me permitirá volver a confiar un poquito en aquellos valores humanos que me inculcaron.
Pero mientras todo siga siendo turbio, sucio, enmarañado, no podrás retenerme en la mirada porque no dejaré de moverme para intentar cambiarlo, para aliviar tensiones, para ayudar a otros.
Si no pensamos igual, si no sentimos igual..., no podemos ir a la par... Pero si nos unimos, si somos un mismo sentir, una misma idea, tendremos un soplo de esperanza con el que impulsarnos hacia un estado de bienestar. Si vamos juntos, si caminamos en la misma dirección, si somos íntegros y honestos podremos trabajar en la construcción de un país gobernado por personas que nos representen, que velen por los intereses de los que los escogieron, que luchen por defendernos; un gobierno de personas que también sean íntegras y honestas, dignas de los ciudadanos a los que representan.
Mañana es 28 de Febrero, Día de Andalucía. Entonaré el himno de Blas Infante con más deseos e ilusión que nunca, como el niño que mira una estrella pidiéndole que se cumpla su sueño, nuestro sueño ciudadano de tierra, trabajo, paz y libertad.
¡Salud!
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